SUCESOS

¡Alquiló una habitación para quitarse la vida!


Machala. – Los familiares de Arthur Ontaneda Hermida están consternados ante su deceso. La última vez que compartieron con él, fue durante el desayuno de este domingo 19 de noviembre.

Machala. – Los familiares de Arthur Ontaneda Hermida están consternados ante su deceso. La última vez que compartieron con él, fue durante el desayuno de este domingo 19 de noviembre.

Un tío, visiblemente destrozado, contó que mientras compartían el alimento, Arthur no demostró que estaba atravesando depresión o algún otro tipo de problema.

Dijo a este medio que su sobrino luego de desayunar, salió de casa. Pero no expresó a dónde iba. Eran aproximadamente las 09:30.

Al parecer, Arthur ya no quería seguir viviendo. Llegó a las 10:00 hasta un hostal que está ubicado en las calles Boyacá entre Buenavista y Napoleón Mera, centro de Machala. Pidió una habitación y se encerró en la 106 que le fue asignada.

A la recepcionista le mencionó que quería el alquiler del cuarto por unas horas y que, cumplido ese tiempo (14:00), lo vaya a buscar. Así fue. Tocó la puerta después de las 14:20 y al ver que no respondía, la abrió y se llevó tremendo susto: Lo halló tendido junto a la cama y cerca de él rastros de sustancias sujetas a fiscalización (cocaína).

En su desesperación llamó al ECU 911 para que destinen paramédicos; sin embargo, al llegar comprobaron que el joven de 22 años no tenía signos vitales.

Una fuente policial precisó que la muerte del muchacho se debió a una sobredosis de droga, lo que le provocó que su corazón se acelere y termine en un infarto.

El resto de inquilinos, la mayoría parejas que van para pasar en la intimidad, no escucharon nada y notaron algo extraño de la habitación asignada para Arthur.

Poco a poco iban llegando más familiares de Arthur, quienes protagonizaron escenas de dolor. Los lamentos para ellos eran evidentes en la parte baja del hostal. Se abrazaban y lloraban por la infausta noticia de su ser amado.

Agentes de la Criminalística y Muertes Violetas arribaron para tomar procedimiento. Al ver que se trataba de una muerte natural, debido a que el cuerpo no presentaba huellas de violencia, no fue necesario trasladarlo al hasta el Centro Forense para la autopsia de rigor.

En medio de la tristeza de sus allegados, el cuerpo de Arthur fue puesto en un ataúd para ser velado en su hogar y después brindarle cristiana sepultura.