
Los cinco asambleístas orenses están distribuidos en las comisiones más importantes de la Asamblea Nacional que entró en funciones el viernes anterior. El socialcristiano Jorge Álvarez es el vicepresidente de la Comisión de Régimen Económico y Tributario y su Regulación y Control y en esa misma mesa legislativa está el correísta Cristhian Vega. Mientras que Steven Ordóñez está dentro de la Comisión de Desarrollo Económico de la Asamblea. Los tres van a saber hacia dónde va el presupuesto y lo podrán fiscalizar, para que no quede concentrado en las grandes metrópolis del país y más bien sea distribuido de forma equitativa, en beneficio de esta provincia.
Carlos Rodríguez estará en la Comisión de Justicia de la Asamblea, una de las más apetecidas, donde se tramitan, por ejemplo, las reformas al COIP, para evitar impunidad y contribuir al endurecimiento de penas que garanticen la seguridad ciudadana, y también las reformas a la Ley de la Función Judicial, para evitar que malos funcionarios judiciales liberen delincuentes. Fabián Peña, de Construye, está en la comisión de garantías constitucionales.
Jorge Alvarez tiene una amplia experiencia como comerciante, conoce de cerca la problemática del sector que está expectante al trabajo que pueda ejecutar en beneficio de ellos; Carlos Rodríguez, de su lado, comprende de cerca las debilidades del sistema de contratación pública y la porosidad de la Ley que da espacio a la corrupción y chantajes para adjudicar contratos; Christian Vega conoce desde adentro las dificultades del sistema de educación superior pública del país, Fabián Peña conoce también desde adentro los problemas de las instituciones que ofrecen servicios públicos a los ciudadanos, pues estuvo en el distrito de Piñas de Salud y del MIES. Mientras que Steven Ordóñez sabe de las necesidades de los gobiernos descentralizados y las dificultades por las que atraviesan cuando los recursos no les son asignados a tiempo.
Juntos pueden empujar a El Oro y al país a un destino mejor, para fortalecer, sobre todo, la seguridad ciudadana, que es un clamor de todos los ecuatorianos, mediante la fiscalización en la asignación de recursos. Lo único que deben llevar en sus manos son dos cosas: Honestidad y ganas de trabajar.
