Tras la aprobación tácita del aumento del IVA , esta medida entrará en vigencia cuando el presidente, Daniel Noboa, lo publique en el Registro Oficial, después de que se cumplan los plazos establecidos en la Ley. Pero esta medida, sumadas a las dos contribuciones temporales, la nueva tarifa del Impuesto a la Salida de Divisas y el nuevo porcentaje del IVA a los materiales de construcción, le permitirán al Estado recaudar no menos de USD 2.000 millones. Pero la cifra no cubre el déficit fiscal del Estado. Es urgente la focalización de subsidios para equilibrar las finanzas públicas. Esto representará USD 1.000 millones, en el mejor escenario, más las autoretenciones, otros USD 1.000 millones; y el ajuste del Estado representará no más de USD 800 millones. El déficit es de USD 6.000 millones, sin contar el pago de la deuda externa, que bordea unos USD 6.000 millones más y otros USD 1.200 millones más se necesitan para financiar el conflicto armado interno. ¿De dónde sacarán más plata?
La clase política de nuestro país debe sincerarse con la ciudadanía, hablarle claro a los ecuatorianos, porque lo que se nos avecina es una ola de medidas económicas, ajustes presupuestarios, carga impositiva para todos, pero apenas, para que siga funcionando el Estado. ¿A costa del esfuerzo de la gente? ¿Hasta dónde van a aguantar los ecuatorianos?
Claro, este ajuste presupuestario será una señal clara al mundo de que el régimen quiere hacer las cosas bien, de forma responsable, sin mentirle a la gente, y, sobre todo, con el sustento necesario para buscar un equilibrio a largo plazo. Ese mensaje es el que debe llegar a los multilaterales para lograr un nuevo crédito.
Es inevitable pensar que la economía se contraerá, pero, además, no habrá obra pública nueva, porque para eso no hay plata. Con un ajuste a esta medida, es difícil pensar en que se llenarán las vacantes existentes en el sector de la salud y la educación, porque faltan especialistas en los hospitales y profesionales en los establecimientos primarios y secundarios. También es difícil creer que aumentará el presupuesto para estas áreas.
¿Cómo darle salud financiera a los ecuatorianos? Ese es el próximo gran desafío para el presidente Noboa.