SALUD

Pros y contras del dictamen de la Corte Constitucional: Eutanasia, difícil decisión


El 7 de febrero, con siete votos afirmativos de nueve jueces, se dio paso a la demanda.

María José Alba Lozano

Paola Roldán es reconocida como la mujer que logró la despenalización de la eutanasia en Ecuador. Desde el año anterior el país conoció su caso y el motivo de su lucha.

Postrada en una cama, sin poder moverse y usando un respirador, cuenta que desde hace tres años padece de ELA (esclerosis lateral amiotrófica), una enfermedad del sistema nervioso que debilita los músculos y afecta las funciones físicas.

Desde entonces perdió el control de su cuerpo, su autonomía, a excepción de los músculos de la cara.

Es por eso que con un equipo de abogados emprendió su objetivo de tratar de tener una ‘muerte digna’ a través de la eutanasia, fue así que demandó ante la Corte Constitucional de Ecuador la inconstitucionalidad del artículo 144 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que se refiere al homicidio simple.

Es decir, pidió despenalizar la eutanasia, por considerar un derecho que le asiste. La Corte Constitucional sostiene que “declara la constitucionalidad condicionada del artículo 144 del Código Orgánico Integral Penal (COIP)”.

Pero, si se cumple lo siguiente: No sea sancionado el médico que ejecute la conducta tipificada en el artículo 144 del COIP. La persona exprese su consentimiento inequívoco, libre e informado (o a través de su representante, cuando no pueda expresarlo), solicite acceder a un procedimiento de eutanasia activa. La solicitud de un procedimiento de eutanasia activa responda a un padecimiento de intenso sufrimiento proveniente de una lesión corporal grave e irreversible o de una enfermedad grave e incurable.

Para esto el Ministerio de Salud debe elaborar un reglamento para la eutanasia, así o anunció en un comunicado oficial el 9 de febrero, en plazo máximo de dos meses.

REACCIONES

Dos médicos que ejercen sus funciones en El Oro, emiten sus puntos de vista ante este debate. El doctor Carlos Jaramillo, médico cirujano, mencionó que al despenalizarse ese procedimiento médico, ahora queda en la moral de cada profesional de la salud el realizar esta práctica. Dice ser consciente que hay casos en los que la enfermedad se vuelve insostenible, pero compara la decisión de la Corte de dar un final digno a la vida de estas personas, con pacientes con enfermedades, como las que padecen trastornos mentales o cáncer, que, en algunos casos, sus días finales no lo llevan adelante de una forma apropiada.

Señala que, por ejemplo, en esos casos, en otros países tienen sus espacios, donde pernoctan y pasan su etapa final, en mejores condiciones, sin necesidad de una despenalización o a su vez otorgar esa facultad a un profesional de la salud.

Expresa que en el país, por la condición social, hay personas que incluso deambulan por las calles y padecen de estas enfermedades, pero que no son visibles para la sociedad, por eso, cree que la medida debe llegar acompañada de decisión estatal para darle un final digno a las personas con enfermedades terminales.

El neurólogo Darwin Rivera explica que en el ámbito concreto del acto médico intervienen dos seres con autodominio sobre la decisión de la existencia de la vida humana: uno de ellos tiene un dominio causal respecto de ciertos fenómenos y la irrupción de uno de tales fenómenos en la vida del otro.

Los seres humanos, según lo resuelto en materia constitucional, tienen derecho fundamental de decidir sobre su propio cuerpo. Esa autonomía estaría relacionada con la posibilidad de una persona a ser candidata de una eutanasia, pues lo podría decidir por sí misma, explicó.

Pero considera que es importante que el acto médico esté nutrido de un sentimiento positivo, una empatía por la vida humana, que se traduzca en la procura de mayores y mejores condiciones para el desarrollo armónico de la existencia humana, sólo obrando así el médico habrá cumplido con el objeto de su misión, expresó.

En este ámbito donde se desarrollan las situaciones más conflictivas y polémicas de la eutanasia, conviene recordar que se entiende, por eutanasia activa la realización de un comportamiento de ayuda en la muerte para suprimir o paliar los sufrimientos del paciente.

Cree que no sería correcto el prolongar el sufrimiento de una persona, con una enfermedad en etapa terminal.

“En el caso puntual de la paciente Paola Roldán, si me preguntan si estoy de acuerdo, la respuesta es sí, pero no en todos los pacientes. En determinados pacientes, en determinadas condiciones y con determinadas patologías, creo que estaría justificado.”

Ecuador es el noveno país en el mundo donde se despenalizó la eutanasia

o la muerte voluntaria asistida y el segundo país en Sudamérica.

“Estoy a favor de la eutanasia porque me dedico a una patología, que es la Esclerosis Lateral Amiotrófica, donde el acompañamiento a lo largo de la enfermedad lo hacemos muy bien, pero a veces no sabemos acompañar bien en el final de la vida. Creemos que el final de vida lo marcamos los profesionales y no respetamos al paciente cuando decide que es su final de vida. Y eso me ha llevado a plantearme que yo no soy quién para decidir cuándo es el final de vida en determinadas patologías, que he de respetar la opinión del paciente y acompañarlo y ayudarlo y no dejarlo solo”.

Espera que se reglamente adecuadamente este tema para no acarrear situaciones legales a los médicos, pero eso le compete al Estado y a la función judicial.

“Ahora realizar esa práctica queda en la moral de cada profesional de la salud”. Dr. Carlos Jaramillo, médico cirujano

“Hay que respetar la opinión del paciente, acompañarlo, ayudarlo, y no dejarlo solo”. Dr. Darwin Rivera, neurólogo