Para los psicólogos, la zona de confort es un estado en el que una persona se siente segura, pero no asume riesgos, ni tampoco crece personal ni profesionalmente. Y al parecer nuestras principales autoridades, tanto el prefecto de El Oro como el alcalde de Machala, se encuentran así.
Y es que luego de la mayoritaria de votación que les permitió reelegirse en sus cargos, ambos entraron en total relax, durante estos primeros nueve meses de su segundo periodo, pareciera que estuvieran encerrados en una burbuja con un inusitado exceso de confianza.
Haciendo alarde de su popularidad, nuestras autoridades han estado más pendientes por hacer campaña a sus candidatos a la Asamblea Nacional, que de paso, se atribuyen las obras que hacen sus coidearios como si fuera competencia de ellos.
Pero ya es ahora de salir de esa zona. La provincia tiene múltiples problemas por resolver, pero el prefecto está más preocupado de grabar vídeos intrascendentes en comparación a la gravedad de la situación de las carreteras y caminos vecinales producto de las fuertes lluvias.
Si dice llamarse el prefecto diferente, debería ser por las acciones inmediatas y no por la cantidad de contenido en su cuenta de TikTok. Se va a cumplir un año del terremoto que afectó a la estructura del edificio del Gobierno Provincial y todavía continúan las dependencias dispersas.
El alcalde ni se diga. Si bien es cierto ha inaugurado unas cuantas obras, pero los machaleños estamos preocupados por las afectaciones que pueden ocasionar las fuertes lluvias, en un año donde la capital orense cumplirá su Bicentenario, pero al parecer sin una agenda planificada.
Es hora que las autoridades, a quienes el pueblo les dio la oportunidad de otra vez dirigir los destinos de la provincia y de la ciudad más importante de El Oro, despierten de ese letargo y salgan de esa zona de confort, poniéndose las botas de trabajo, como en su momento lo hicieron.
No es necesario que sean tiempos de campaña para darse cuenta. Los ciudadanos no somos tontos y sabemos cuáles son las intenciones futuras que tienen Clemente Bravo Riofrío y Darío Macas Salvatierra, en el plano electoral. Es momento de ponernos manos a la obra, para seguir trabajando por los orenses y machaleños, caso contrario, el castigo vendrá en las urnas.