Los hechos vergonzosos protagonizados por tres seleccionados nacionales: Robert Arboleda, Gonzalo Plata y Kendry Páez, en un centro de diversión nocturna de Nueva Jersey, ponen en evidencia el escaso sentido de pertenencia de los futbolistas profesionales con lo que implica la distinción de representar internacionalmente a un país. Pero, más bochornosa es la reacción de los implicados en esta problemática que generó al menos un llamado de atención de los clubes del exterior en los que actúan estos deportistas.
A los señores Arboleda, Plata y Páez la fama les llegó más rápido que la cultura y la responsabilidad de conocer que el profesionalismo no solo se mide por llegar de forma puntual a un entrenamiento o entregarse por completo en cada competición en la que son requeridos, sino, además, de cuidados extremos fuera de las canchas, porque deben comprender que “sus cuerpos son sus herramientas de trabajo y o son pocos los que a menudo parecen olvidarlo”, como reflexiona Pep Guardiola. Lamentablemente, en nuestro país, carentes de alegrías, en medio de tantas amarguras, sobredimensionamos a deportistas que los tratamos como estrellas. Estos atletas no entienden que “estar endiosados es justificable solo cuando jueguen como Dios”, conforme reflexionó el exfutbolista argentino, Jorge Valdano. Arboleda y Plata son reincidentes en este tipo de faltas disciplinarias que desnotan la imagen de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, de Ecuador como república y desprestigian la disciplina de un deportista de esta nación.
Pero, también deben comprender que una cantidad importante de niños ven en la actualidad a estos deportistas como sus referentes. ¿Qué valores transmiten a las nuevas generaciones? Ellos son ídolos de los chicos, como de seguro también tuvieron en sus infancias otros ídolos en nuestro país. Pero cuando llega más dinero a sus cuentas que libros a sus bibliotecas es difícil pedir tan siquiera que asimilen la magnitud de su fallo que amerita drásticas y ejemplarizadoras sanciones.
En medio de las decepcionantes revelaciones de los chats de los casos Metástasis, Purga y Encuentro, los ecuatorianos sufrimos una nueva decepción, al ver a la joya del fútbol nacional reducido a la misma calaña de sus acompañantes. La Federación debe actuar y evitar que las manzanas podridas continúen con su contaminación.