Muchos ciudadanos venezolanos han salido de su país por diferentes situaciones, entre ellas la crisis económica y de inseguridad que ha afectado su modo de vida. Es por esa razón que han visto en Ecuador una oportunidad para empezar de nuevo.
Ivette Coronel Ojeda
Muchos ciudadanos venezolanos han salido de su país por diferentes situaciones, entre ellas la crisis económica y de inseguridad que ha afectado su modo de vida. Es por esa razón que han visto en Ecuador una oportunidad para empezar de nuevo. Según cifras del Servicio de Rentas Internas de la provincia de El Oro son 469 extranjeros de nacionalidad venezolana que se encuentran emprendiendo.
Milagro España, quien desde hace ocho años vive en Machala, tiene un emprendimiento familiar llamado “Bocados Machala” y ofrecen una variada fusión de platos venezolanos-ecuatorianos. Su hija y yerno fueron quienes primero emprendieron el viaje a Ecuador, aunque al principio no fue fácil, tuvieron que salir adelante a cómo de lugar.
Solo descansan los días domingos, su jornada empieza desde muy temprano ya que venden a través de delivery; y, a partir de las 13:00 se alistan para atender a sus clientes hasta las 22:00. Su negocio ya tiene cuatro años, en un principio estaban ubicados en el sector de Las Brisas, pero por motivos de la inseguridad del país tuvieron que cerrar y buscar otro lugar.
En su local cuentan con todos los permisos correspondientes para el funcionamiento del local, y por la situación económica en el país solo están ofreciendo trabajo a un compatriota.
El mundo de la repostería y pastelería es otra de las opciones en que los extranjeros venezolanos ven una oportunidad para emprender. Por ejemplo, Lauredi Landaeta y su familia llegaron a Machala en diciembre de 2018, al principio fue difícil para ellos dejar todo atrás, pero han logrado salir adelante por sus medios.
Lauredi contaba que empezó vendiendo cakes de tienda en tienda, haciendo una ruta en la mañana y otra en la tarde. Cuando llegó la pandemia dejó de vender, sin embargo, sus clientes más recurrentes empezaron a pedirle tortas decoradas y a partir de ahí, logró construir su marca que es Esponjositos, vendiendo tortas personalizadas.
Además, la fundación Cáritas, a través de un programa internacional de financiación, le hicieron la entrega de un horno y una impresora, con la que imprime sus figuras decorativas para colocarlas en las tortas. Su sueño es montar un local, pero lo que la frena es la inseguridad, ya que sin tener uno ha recibido llamadas extorsivas en cinco ocasiones. Asimismo, le gustaría en un futuro dar capacitaciones y ayudar a muchas más personas para que puedan tener su emprendimiento.
Marie Véliz vive en Machala desde hace seis años, al principio le tocó vender agua de coco en los semáforos vestida de payaso; sin embargo, con ayuda de su pareja lograron ahorrar y abrieron una lavandería, la cual en diciembre cumplirá dos años en funcionamiento. Su local cuenta con todos los permisos del municipio, patente e incluso RUC; pues está aportando al SRI como Régimen Rimpe Popular o Negocio Popular.
Con sus ahorros compraron sus primeras lavadoras, y la dueña de la habitación que arrendaban les ayudó para que puedan comprar una secadora que les hacía falta para empezar. Con el transcurso de los meses lograron hacer un crédito bancario para incorporar los implementos que les hacía falta en la lavandería.
Marie se levanta a las 05:00 para atender a su familia, regularmente, su negocio está abierto a partir de las 08:00 y no tiene hora para cerrar, eso depende de cómo esté el trabajo. A veces gana $40 dólares en un día, pero hay días en los que logra reunir hasta $150. Ella espera que con el favor de Dios las cosas sigan mejorando para poder alimentar a su familia.
Según un informe del Servicio de Rentas Internas (SRI) de El Oro, solicitado el pasado 24 de abril de 2024, en la provincia existen 469 ciudadanos venezolanos que se encuentran desempeñando trabajando y emprendiendo, ellos forman parte de la lista de contribuyentes del SRI.
CRITERIOS:
Milagro España:
“Quienes primero tomaron la decisión de viajar a Ecuador fueron mi hija y mi yerno, vieron la situación que se estaba tornando fea, con respecto a la economía e inseguridad, vieron la oportunidad de venirse a Ecuador y empezaron trabajando hasta colocar su emprendimiento”.
Lauredi Landeta:
“Yo en Venezuela tenía una distribuidora de lácteos, pero llegó un momento en donde se empezó a ir la luz y aparte por la situación moneda ya mis hijas empezaron a decirme que no había futuro. Llegué en la Navidad de 2018 y empecé vendiendo cakes hasta tener mi negocio”.
Marie Véliz:
“Estábamos en un momento en el que no había luz, duramos como un mes sin energía eléctrica y todo el capital que tenía lo perdí e incluso, los mismos policías eran quienes generaban la inseguridad. Fue duro al principio, duele dejar todo en Venezuela, pero acá estamos bien”.