En El Oro, regresan los uniformados a las calles para realizar los denominados operativos CAMEX, siglas que corresponden al Control de Armas, Municiones y Explosivo.

En El Oro, regresan los uniformados a las calles para realizar los denominados operativos CAMEX, siglas que corresponden al Control de Armas, Municiones y Explosivos, una táctica de vieja data del bloque de seguridad que surtió efecto el primer trimestre del 2024. La expectativa ciudadana es que dé los frutos necesarios este 2025, pero, sobre todo, que su presencia sea permanente, a fin de evitar que las calles se tiñan de sangre.
Desde la captura de alias Parroquia, en El Oro existe una reducción de muertes violentas. Sin embargo, persisten las explosiones producto de los atentados explosivos de los extorsionadores. Esa es la principal problemática que el Bloque de Seguridad debe atacar y para que sea eficaz el accionar, las acciones que se realicen deben ser contundentes. Es decir, lograr los resultados esperados: capturar a los objetivos de mediano y alto valor, desarticular las bandas delincuenciales, pacificar las calles, encerrar a los delincuentes, evitar asesinatos, sicariatos, robos, extorsiones, atentados explosivos, etc.
Pero para lograrlo, hay que deshacerse de malos policías que filtran la información de los operativos a las bandas delincuenciales. También hay que quitarse de encima a los malos militares que esconden las evidencias para que haya elementos de convicción para acusar a los capturados. Así mismo, hay que separar de sus cargos a los malos fiscales que se abstienen de realizar una acusación contra un sicario o un terrorista. Y, fundamentalmente, hay que destituir de sus cargos a los malos jueces, aquellos que con sus fallos logran la excarcelación de los detenidos.
La lucha es titánica, compleja. De por medio está en juego la vida de los seres humanos que sí aman este país. En la actualidad existe todo un entramado, a todo nivel, por todas las aristas, que sirve para proteger a los delincuentes, que dificulta su captura, encarcelamiento y procesamiento jurídico. Porque el país fue diseñado con fines claros de tener a la menor cantidad de delincuentes presos, con penas blandas y una serie de opciones o medidas sustitutivas a la prisión preventiva, así como la prohibición de exhibir su rostro y su nombre.
Hoy son los uniformados los que otra vez lideran esta guerra desde las calles. Ojalá esta decisión dé los frutos que El Oro espera.
