OPINIóN

¿Quién financia los paros?


Édison Guevara Estrella

La entrega anterior se refería al “fantasma del paro”, cuando la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) anunciaba sus movilizaciones en contra de la eliminción del subsidio al diésel, dispuesta por el presidente Daniel Noboa. Este paro denominado nacional, pese a estar focalizado en tres o cuatro provincias de mayor concentración de comunidades indígenas, supera ya 12 días.

Esta vez cabe preguntar: ¿Quién financia los paros? Aquí surge una nueva entidad desconocida, como diría un popular programa de televisión que encuentra fantasmas en fotografías, videos y demás imágenes que difunde. Obviamente los comuneros necesitan plata para salir de sus territorios a las carreteras y/o zonas cercanas a las ciudades a fin de cortar el tránsito; requieren de recursos para botar árboles, trasladar volquetes con tierra, escombros y otros materiales que se acumulan en las vías y, por supuesto, no es que sean propietarios de esos vehículos de carga pesada. Todo esto cuesta -y mucho-.

Igualmente, necesitan de herramientas y demás instrumentos para crear lanzas, punzones, entre otros objetos puntiagudos, y arruinar las llantas de los automotores e impedir que continúen con su trayecto; es indispensable pagar por los insumos que se usan en la elaboración de bombas incendirias caseras (molotov). Nada en esta vida es gratis. De ahí que, considerando las condiciones de vida del sector indígena que apenas si alcanzan a sostener sus cultivos y atender sus necesidades, dudo mucho que dispongan de fondos para realizar todos estos pagos extras, solamente para ejercer su derecho a la resistencia y demostrar el “descontento social” con las medidas económicas tomadas por el Gobierno.

Entonces, con una breve evaluación de los elementos logísticos indispensables para sostener sus “movilizaciones”, cabe consultar quiénes son las mentes maestras y, sobre todo, de qué chequeras sale el dinero para costear las acciones “pacíficas” y, con mayor razón, los medios que se utilizan en los enfrentamientos violentos de los supuestos manifestantes con las fuerzas del orden. Amigo lector, tal vez usted tendrá una respuesta.