Llegar a El Oro y no comer mariscos es algo imperdonable. Y es que la gastronomía de la provincia es variada, pero sobre todo la que proviene del mar, es considerada como un manjar de los dioses, sobre todo cuando los platillos tienen a los cangrejos, camarones y conchas como sus principales protagonistas.
Llegar a El Oro y no comer mariscos es algo imperdonable. Y es que la gastronomía de la provincia es variada, pero sobre todo la que proviene del mar, es considerada como un manjar de los dioses, sobre todo cuando los platillos tienen a los cangrejos, camarones y conchas como sus principales protagonistas.
En Puerto Bolívar (Machala), en Puerto Jelí y Jambelí (Santa Rosa), en Chacras (Arenillas), en Puerto Hualtaco (Huaquillas) y en Bajo Alto (El Guabo) podemos encontrar un amplio menú basado en estos productos marinos, que pueden ir desde ceviches, pasando por asados o fritos, hasta deliciosos melosos.
Andrea Ramón Romero es una aficionada a los cangrejos. Al menos una vez al mes se deleita de este crustáceo en un restaurante clásico como es Cangrejadas D’Mary, ubicado diagonal al estadio 9 de Mayo. Ella dice que el caldo de cangrejo que se vende ahí es único en el país, y en el mundo, sin exagerar.
Ella cuenta que una vez junto a sus compañeros de maestría Andrés Carvajal y Jessica Ríos recorrieron casi todo Guayaquil buscando caldo de cangrejo. “En Guayaquil al parecer no ha existido la costumbre de preparar el caldo de cangrejo, buscamos en la zona de los cangrejales en Sauces y Alborada, hasta que encontramos uno, pero no es lo mismo como el de acá”, dijo.
A decir de los entendidos, el buen cangrejo proviene de los manglares de la zona de Balao y Puná, sin embargo, hay otros especialistas con paladares exigentes que considera que el cangrejo que se recolecta en la zona de Hualtaco es el mejor. En todo caso, tiene que ver mucho la preparación.
Por el mes de agosto de cada año, el cantón Naranjal tiene su festival dedicado al cangrejo rojo, donde llegan miles de visitantes a degustar de una variedad de platos, inclusive algunos bastante originales como la lasaña de cangrejo o el chop suey de cangrejo, como parte de los 30 platos elaborados con el crustáceo.
Por ejemplo, en Panchitos Beef & Crab, ubicado en Las Crucitas, tienen como especialidad los cangrejos fritos. Es una fuente de cangrejos al ajillo, con una porción de maduro cocinado y una salsa de cebolla y tomate. Este es una de las especialidades de la casa y que para muchos es lo mejor que han probado hasta ahora.
Y si usted es uno de los que no se preocupa que se le eleven los triglicéridos están los camarones. Y que mejor que comerlo en la provincia donde nació el cultivo de camarón en cautiverio en el mundo como lo es Santa Rosa. Desde ahí, se exporta el crustáceo a otros países del mundo que dan crédito del tamaño y buen sabor del camarón ecuatoriano.
Un clásico ceviche, una tortilla de camarón, un arroz con camarón, unos camarones reventados, cazuela de camarón, son entre otras las opciones que aparecen en el menú de las marisquerías más importantes. María José Calderón es quiteña y manifiesta que la última vez que estuvo en Machala se derritió ante las delicias que ofrece esta provincia.
Por su parte, Diego Balseca Moreno expresó que el mejor regalo que recibió un amigo de Machala fue una caja de camarones de exportación. “Eran de gran tamaño, prácticamente eran langostinos, recuerdo que me preparé un rico ceviche con mi familia. Realmente fue una experiencia gastronómica única, tipo ritual”, comentó.
Finalmente, la concha también tiene su hinchada. Hay quienes que la prefieren en ceviche, otros en arroz, aguado, pero las que son muy apetecidas y con mucha demanda son las conchas asadas. ¿Y quién no ha experimentado ese momento cuando le echas unas gotas de limón y la carne empieza a retorcerse?
Elizabeth Mendieta es adicta a la concha. De hecho, el último viernes se antojó de un ceviche y mandó a comprar 50 conchas para prepararlo en su casa. Ella manifiesta que el Ecuador y particularmente El Oro, es lugar privilegiado donde se puede comer estas exquisiteces, prácticamente del mar a la mesa.
En definitiva, la provincia y especialmente su zona costera tiene esa dicha de contar con personas que se dedican a la recolección tanto de cangrejos como de conchas y camarones, para hacer de ellos un abanico de sabores que pueden enamorar a cualquier paladar, incluso a aquellos que son más exigentes.