OPINIóN

Editorial: ¿Pólit va a cooperar con la justicia estadounidense?


El juicio contra el excontralor general del Estado de Ecuador, Carlos Pólit, empezó en Miami con una posición clara de negar todas las imputaciones que los testigos hacían sobre él.

El juicio contra el excontralor general del Estado de Ecuador, Carlos Pólit, empezó en Miami con una posición clara de negar todas las imputaciones que los testigos hacían sobre él. El martes, el excontralor, que fue elegido con una calificación 100/100, decidió entregarse a la justicia norteamericana. ¿Va a cooperar? Por lo pronto, su defensa plantea el pedido de una fianza. ¿Cuánto va a costar? La ocasión anterior, Rafael Correa, entre risas cínicas dijo que entre amigos habían reunido dinero para costear los gastos procesales del excontralor. ¿Tan buenos amigos eran el controlador y el controlado?

Pólit está preso y dijo ser culpable de los cargos imputados. ¿Por qué? Son múltiples interrogantes alrededor del desenlace de esta historia. ¿Otra vez recurrirá a sus amigos para pagar la fianza y cumplir la condena en libertad?, ¿A cambio de qué?, ¿De no dar sus nombres ni niveles de participación en la trama de sobornos y desvanecimiento de glosas? Por otra parte, qué va a pasar en el Ecuador con los otros nombres que salieron a la luz, como el de Alexis Mera, Pedro Solines o el de José Serrano, también por coimas.

A esta hora, aún es incierto si la Fiscalía abrió una investigación particular o no contra los señalados en Estados Unidos de haber recibido coimas en esta trama de corrupción de Odebrecht, pues ninguno de esos nombres consta en el expediente abierto en el Ecuador.

Carlos Pólit se enfrenta a no menos de 100 años en la cárcel. ¿Él quiere permanecer en la cárcel?, ¿Quién quiere quedarse en la cárcel? Entonces se plantean dos escenarios: a quienes benefició con informes favorables y desvanecimientos de glosas los delatará; o no los delatará pero ellos le pagarán la fianza, porque en todos los escenarios, es un hecho que los actos de corrupción denunciados en efecto así ocurrieron, lo cual demuestra que la década del correato fue el periodo más corrupto de la historia política del Ecuador, una razón más que explica por qué casi todos están prófugos o en la cárcel. Esto no se trata de odio, sino de certezas. Ellos más bien usan su aparataje de mentiras para intentar confundir a algún incauto; lo bueno es que nadie les cree.